Bàilame el agua.

Hoy me he soñado en otra vida, en otro mundo, pero a tu lado.


Te echo de menos.

Naves y nubes

-¿Llueve?
-Peor, està nublado.
-No entiendo tu adversidad por los dìas asì.
-Si llueve me gusta llevar la lluvia en los zapatos, saltar en los charcos y que las frìas gotas recorran mi frente.Pero este maldito gris...sòlo es capaz de borrar el sol, y el azul.Malos dìas,se junta todo y hasta el tiempo està en mi contra.
-A mì me gusta el gris, hace que recuerde.Puedes mirar al cielo y hablar de ayer...
Sòlo intenta advertirnos.Aunque hoy bajemos la cabeza y la melancolìa nos empape,a la vez que la humedad,hubo otro tiempo, en el que no podìamos parar de sonreìr.

Para empezar,supongo.

Sucumbì ante sus dilatadas pupilas nada màs dar con èl,tal vez por la euforia del momento, què sè yo.Definitivamente,la palabrerìa era lo suyo.Tenìa la capacidad de engatusarme con versos,muchos propios,otros, de genios conocidos;hasta el punto en que necesitè una dosis diaria de aquella verborrea para seguir existiendo.Pero no sòlo era eso, no, tenìa algo màs.Al principio le creì un excèntrico,un pobre chalado intentando llamar la atenciòn...claro està que volvì a equivocarme.Me contagiò su optimismo,su ilusiòn,su entusiasmo por cualquier asunto trivial.Pronto aprendì a respirar con sentido del humor, como èl lo hacìa.Y sin soltar su mano frìa absorbì todo lo que pudo enseñarme.Y comencè a soltar carcajadas a borbortones.Todo empezò en abril...Asì son mis principios,en los que intento plasmar esta enfermedad que algunos se empeñan en llamar amor,aunque yo no tenga muy claro que en realidad este preparada para sentir algo tan amplio,y aunque en verdad no estè experimentando màs que un pequeño desacierto,podrìa hablar de amor para empezar,supongo.