Algunos todavìa dudan si vas a volver.

He estado replanteàndolo algùn tiempo, y creo haber tomado una decisiòn.
Ahora sè que camino que he de seguir, y lo andarè aunque me equivoque ,y aunque te eche de menos hasta enloquecer.



Volverè, volverè a ser yo misma, a amar Madrid,
a hacer las cosas por el mero hecho de hacerlas y por la satisfacciòn que eso conlleva, no por lo que digan los demás.
Sòlo quiero mirarme en el espejo y ver que soy yo. Con mis defectos y mis pocas virtudes.


''Mira, soy Carolina''




y nadie màs.

Voy a tener que aprender a vivir otra vez.

Cuando tienes una pesadilla despertar es un alivio.
Cuando la realidad es la pesadilla, sòlo te queda dormir para desaparecer;
y volver a despertar, y ahogarte, porque sigues ahì, porque nada se ha ido.




Es la primera vez que estoy sin ti.
Tengo la sensaciòn de que me estallarà la cabeza,los ojos;
de que se me van a salir las entrañas por la boca.
No me siento nada, ni los latidos, ni la respiraciòn.
Estoy dando vueltas a una espiral en mi cabeza, una espiral de cosas tuyas, de recuerdos que ya nunca me dejaràn escapar.
No quiero que me mires con compasiòn, no me gusta que me veas sufrir;
en realidad no sè lo que quiero.
No sè si quiero que vuelvas a quererme, ni que serà lo mejor.
No sè lo que tengo, no sè lo que he perdido,como siempre, no sè nada.


Sòlo sè que me morìria un millòn de veces por volver a tenerte a mi lado un minuto, sòlo uno màs.


"Una vez tuve una vida,
no era fàcil, pero era mìa.

Y ahora me falta lo màs importante."

.

Iracunda.
Odio a la gente, la odio, con todas mis ganas;
y cuando digo ''la gente'' me refiero a todos, en general, sin excepciones.
Ùltimamente no sè setir otra cosa que no sea rencor, envida, ira u odio;
sobretodo odio.

Y lo peor no es que no sienta sentir todo esto, quiero decir, que no me arrepienta.
No, lo peor es que tengo claro que la culpa es mìa.

Pequeña Luz.

El calor dilata los cuerpos.
El de nuestro camino lo partiò en dos.
Dos mitades, dos cuerpos, dos destinos, distintos.






Resquicios de lo que fue pasean todavìa por mi cabeza,
sin dejarme dormir;
sin dejarme hablar, ni respirar.


Pensè en decirte "Quèdate conmigo";
no lo hice,
Ahora grito "Vuelve"
pero tù ya no me oyes.


Me ahogo, tropiezo, caigo,
me hundo,cada vez màs hondo.




Entonces abro la puerta, por ùltima vez
y apareces tù,de nuevo.

Y me olvido de todo lo demàs...





Y vuelvo a dormir, pero esta vez a tu lado.
Y vuelvo a hablar, contigo y de ti.
Y vuelvo a respirar,mi aire, tu aliento.
Y vuelvo a sonreìr, igual que cuando no me faltabas.

Frìo.

Habìa un montòn enorme de ropa encima de la cama;
el armario estaba vacìo.
Ella lo miraba;
estaba decidido.
Esa misma mañana comprò tinte oscuro en el supermercado.
Por la noche toda su ropa era negra.


963 dìas de luto, uno por cada dìa que èl estuvo a su lado.


Si la hubierais visto llorar...
Estaba tan cansada...
A estas alturas sus ojos estaban muy secos, y muy caìdos, y muy viejos,
mucho màs viejos que hacìa unas horas, cuando todo ocurriò.



Habìa dos billetes de aviòn hasta Hawaii encima de la mesa y dos personas encima de la cama.
Una era su marido, y la otra no era ella.

Èl la cambiò por una muchacha màs joven, y màs guapa.
Ella les pegò un tiro.

Empapada en làgrimas los metiò hechos trocitos,en maletas sin facturar y cumpliò con su ùltimo deseo:
los mandò a Hawaii,con collar de flores y todo.




Esperaba que se divirtieran, ella no lo harìa màs...



Dìas despuès la policìa la detuvo e ingresò en un manicomio.
Dejò de hablar.
Sòlo algunas noches,de las muchas que pasaba en vela,perdìa la mirada en la oscuridad y repetìa bajito: "Le amo, le amo, le amo..."




Ùnicamente se pugnaba por una cosa, guardar el luto a toda costa por aquel marido que amaba tanto y del que ella misma se deshizo.



Era la ùnica enferma del centro con traje negro.